Una de las cosas que me apasiona en esta vida sin duda es el arte, en concreto la pintura, y es por ello por lo que voy a escribir acerca de un pintor retratista de la primera mitad del siglo XX; Manuel Benedito y su fundación.
Manuel Benedito nació en Valencia en 1875, era hermano de los taxidermistas Luis Benedito y José María Benedito Vives, ambos trabajaron en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, y a la vez hermano del músico Rafael Benedito, creador de la Masa Coral de Madrid. Manuel siempre se caracterizó por sus múltiples dibujos en el estudio de su padre, un estudio de taxidermia donde muchas veces acompañaba a su padre para dibujar los animales que allí había.
Benedito se formó en la Real Academia de San Carlos de Valencia, en la que estuvo durante seis años, entre 1888 y 1894, siempre con brillantes calificaciones, y es en 1895 cuando por medio de su padre, José María Benedito, ingresa como discípulo de Joaquín Sorolla en su estudio madrileño.
Entre 1900 y 1904, estuvo como pensionado en la Academia Española de Bellas Artes de Roma, a tal efecto era necesario superar unas oposiciones que daban acceso a unas plazas. Los pensionados debían residir en Roma cuatro años pudiendo realizar viajes a otras ciudades y países para complementar su formación. Benedito viajó por Italia , pasó largas temporadas en Venecia y también realizó en 1902 y 1903 viajes a París , Bélgica y Holanda. Allí realiza una serie de cuadros; paisajes, bodegones o escenas urbanas son los temas más relevantes.
Desde Roma realiza los envíos obligatorios de la pensión:
–La infancia de Baco (Ministerio de Asuntos Exteriores)
–Canto VII el infierno de Dante ( Museo Nacional de BBAA de Santiago de Chile, actualmente en la Fundación Manuel Benedito). Obtuvo una primera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes.
Establecido ya en Madrid continúa su peregrinaje europeo, en Gran Bretaña realiza una serie importante de cuadros entre los que destaca Madre Bretona, de nuevo primera medalla y Pescadoras Bretonas (Museo del Prado).
Después se enfrenta el paisaje y los temas castellanos en Salvatierra de Tormes, El sermón (Hispanic Society New York) y marcha a Holanda en 1909 donde pinta un conjunto de obras que figuran entre lo más destacado de su producción Viejos holandeses (Fundación Manuel Benedito), Sábado en Volendam (Museo Nacional de BBAA de Santiago de Chile)
En París por ejemplo realizó uno de sus cuadros más importantes, el retrato de Cleo de Merode 1910 (Fundación Banco Santander) y es a partir de ahí cuando se establece definitivamente en Madrid donde desarrolla una muy apreciada obra como retratista de personajes relevantes de la sociedad de su época (miembros de la aristocracia y burguesía, artistas, reyes y artistas).
El creciente reconocimiento que tuvo a lo largo de su vida se tradujo sobre todo en retratos para la familia real y por otro, en los también numerosos honores, condecoraciones y cargos oficiales que desempeñó, como profesor, académico de las Reales de Bellas Artes de Madrid y Valencia, catedrático, presidente del Museo Sorolla, vocal del Patronato del Museo del Prado etc.
Amante celoso de la pintura, supo, quiso y pudo, como otros grandes artistas lo han hecho, guardar para sí algunas de sus pinturas más logradas, de las que nunca quiso desprenderse. Puede decirse en cierto modo, que con rigor exigente y silencioso fue preparando su propia antología a lo largo de su vida, en lo que pudo salvar de los coleccionistas y de los museos.
Falleció a los 88 años de edad, 1963. Benedito no dejó descendencia, pero adoptó a una sobrina para que le ayudará a preservar su colección una vez fallecido.
Fue así como en 2002 Vicenta Benedito crea lo que hoy es la fundación Manuel Benedito y tiene como finalidad principal la difusión y el estudio de su obra así como la exposición de los fondos disponibles, para ofrecer una panorámica de la pintura de Manuel Benedito.
La fundación está ubicada en la calle Juan Bravo 4, la que fue su casa-estudio desde 1927 hasta su fallecimiento.
wwww.fundacionmanuelbenedito.com
Espero que te haya gustado descubir esta pequeña fundación, y te animo a visitarla y compruebes por ti mismo el maravilloso mundo de la pintura.
¿Te animas?
El blog de Carlos Benedito 